miércoles, 29 de octubre de 2014

La Importancia de Acordar las normas

La educación de los niños y niñas no siempre es una tarea sencilla. Las normas y la disciplina positiva constituyen uno de los núcleos centrales para una educación respetuosa que favorezca su desarrollo sano. Pero en ocasiones encontramos dificultades para poner estar normas y más aún para llegar a un consenso entre los adultos que se encargan de la educación de los pequeños a la hora de establecer y aplicar las normas.

Las normas en la familia

Las normas son necesarias para crear un clima de convivencia sano y positivo. No se trata de prohibir o imponer, sino de marcar unas líneas de actuación que faciliten la convivencia y el respeto de unos hacia otros. Las normas sirven de guía al niño/a, son necesarias para que éstos sepan qué es lo que se espera de ellos. Las normas son la manera de mostrarles cual es el comportamiento adecuado.
Es fundamental establecer y aplicar unas normas en casa, para que el niño/a aprenda a controlar su comportamiento y sepa cuál es la conducta adecuada.

¿Cómo deben ser las normas en la familia?

Normas sencillas. Es fundamental que el niño/a entienda que es lo que se espera de él/ella.
Establecidas antes de aplicadas. No podemos aplicar una norma, antes de que los niños/as conozcan esa norma.
Consensuadas. Las normas han de establecerse en consenso entre los adultos y los niños/as también. Si participan en el establecimiento de las mismas, no las percibirán como una imposición, las comprenderán mejor y se involucrarán más activamente.
Coherentes. Es muy importante que las normas tengan un sentido y coherencia.
Tienen que ser de obligado cumplimiento. No podemos poner una norma que se tenga que cumplir unas veces y otras veces no. Por ejemplo la hora de irse a la cama, si establecemos como norma un horario, no podemos saltárnoslo. Podemos hacer excepciones, como por ejemplo una cena familiar, pero explicaremos al niño/a que es un día excepcional.
Tienen que ser establecidas por todos los adultos. No podemos tener una norma que a veces se cumpla y otras veces no, dependiendo del adulto que este con el niño/a.
Evitaremos los castigos. Les recordaremos la norma y haremos hincapié en que debe de cumplirse. En lugar de castigos emplearemos consecuencias, es decir por ejemplo si no te vas a dormir a la hora establecida, no nos dará tiempo a leerte el cuento (esa es la consecuencia de su conducta).
Reforzaremos el cumplimiento de la norma.

6 Consejos para llegar a un acuerdo a la hora de poner normas


Antes de consensuar las normas con los niños/as, es fundamental que los adultos os pongáis de acuerdo.

Escuchad las opiniones del otro para establecer las normas.

Podemos empezar por las normas básicas: horarios (dormir, comida, baño, deberes), cuidado de sus cosas (ropa, juguetes, cuarto), comidas, televisión, etc. y anotar las ideas de ambos progenitores en una hoja.

Con las ideas anotadas, llegareis más fácilmente a un acuerdo, que luego tendrá que reajustarse con los niños/as.

Podemos añadir otro tipo de normas, dependiendo de la edad del niño/a y las necesidades de la familia.

Debéis estar ambos de acuerdo con las normas. Una norma establecida que no sea aplicada por ambos no sirve de nada. El niño/a, percibirá que es una norma que se puede saltar en determinados momentos y tenderá a hacerlo.

Celia Rodríguez Ruiz

Psicóloga y Pedagoga

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