Todos los niños del mundo tienen unas necesidades particulares. Pero existen algunas que son comunes a tus hijos, a los míos y a los de los padres de Alaska o Singapur. Todos necesitan el reconocimiento y amor de sus padres. Necesitan respeto. En el trato, en la comunicación, en la disciplina. Necesitan libertad y confianza. Esta es la carta que te escribiría tu hijo si supiera/pudiera comunicarte sus necesidades:
Nosotros añadimos siete más:
1. Cree en mí. Aunque ahora no sea capaz, no quiere decir que más adelante no pueda. Sin tu confianza, no me atreveré a intentar nada y no aprenderé.
2. Calibra muy bien tus expectativas sobre mí. Si esperas más o menos de lo que puedo darte, puedes hacerme mucho daño.
3. No te fijes solo en mis resultados. Fíjate en lo que soy. Soy valioso aunque no obtenga los resultados que quieres.
4. Deja que tome mis propias decisiones, al menos aquellas que puedo y debo controlar para mi edad. Seguramente me equivocaré y entonces aprenderé de mis errores.
5. No me pegues. Cuando lo haces solo siento más rencor hacia ti y menos confianza hacía mí.
6. No me quieras igual que quieres a mis hermanos. Yo soy diferente a ellos y tengo talentos especiales. Me debes querer por lo que soy, no por amar equitativamente.
7. Fórmate. Sé que me quieres pero la educación que recibiste quizás no sea la mejor para mí. Soy diferente a ti y tengo otras necesidades.
Elena Roger Gamir
Centro de Desarrollo Cognitivo y Emocional COGNITUM
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