Un día Thomas Edison llegó a casa y le dio a su mamá una nota. Él le dijo a ella."Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre."
Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando ella leyó la carta que le trajo su hijo.
En voz alta la leyó a su hijo: "Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted"
Muchos años después la madre de Edison falleció; él fue uno de los más grandes inventores del siglo.
Un día él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Repentinamente él vio un papel doblado en el marco de un dibujo en el escritorio. Él lo tomó y lo abrió. En el papel estaba escrito "Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela."
Edison lloro por horas, entonces él escribió en su diario: "Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por madre heroica se convirtió en el genio del siglo."
Que impresión la reacción de la madre verdad? Que en lugar de leer lo q realmente decía la carta y habiendo podido hacer sentir menos a su hijo, le dio un giro completamente y le inyecto seguridad y certeza a su hijo! Le hizo creer que era un genio.,, y se lo creyó tanto, que creció y murió siendolo.
Es impresionante el poder que tenemos los padres sobre los hijos y que importante es como los educamos!!
TENEMOS EN NUESTROS HIJOS PIEDRAS O CARBONES, A NOSOTROS COMO PADRES NOS CORRESPONDE PULIRLOS Y QUE BRILLEN COMO LOS VERDADEROS DIAMANTES QUE SON..
viernes, 23 de octubre de 2015
miércoles, 14 de octubre de 2015
Educar para la tolerancia a la frustración
La frustración
La frustración es un sentimiento que engloba sensaciones de desilusión, tristeza, decepción, desesperación e incluso enfado y rabia, que aparece ante la imposibilidad de lograr un deseo o necesidad. Es un tipo de respuesta emocional que surge como resultado de un conflicto psicológico fruto de una decepción que no se ha gestionado bien.
La frustración es una respuesta emocional natural, que forma parte de nuestro repertorio habitual pero que si no la gestionamos de manera adecuada, sino aprendemos a tolerar ciertos grados de frustración, puede tener consecuencias negativas. Resulta imprescindible educar para la tolerancia a la frustración.
¿Por qué aparece la frustración?
La frustración es una respuesta emocional y por lo tanto es personal y tendrá diversas manifestaciones dependiendo de la persona que la experimente, también sus causas pueden variar de un individuo a otro. Algunas personas se sentirán frustradas ante determinadas situaciones y en cambio otras no experimentarán está sensación.
La frustración y su aparición vienen determinadas por el desarrollo de cada persona, es decir por las experiencias vividas en la niñez y adolescencia. Las diferentes situaciones, sirven de aprendizaje para la vida, son una especie de entrenamiento, según como hayan sido estás nos pueden preparar para la frustración o hacernos más vulnerables a sus consecuencias negativas.
Las exigencias que nos ponemos a nosotros mismos y la interpretación de los logros o los fracasos es otro factor que determina el nivel de frustración experimentado y también se desarrolla durante la infancia y la adolescencia. Son, por lo tanto, éstas etapas claves para educar en la tolerancia a la frustración.
Educar para la tolerancia a la frustración
La frustración aparece ante diversas situaciones, la diferencia para que una situación genere o no frustración no está en la situación, sino en la persona y en cómo interpreta la misma y en cómo se siente con ella. Por ello es fundamental educar a los niños y las niñas para prepararlos para afrontar la frustración, para aprender a tolerarla.
No podemos evitarles las situaciones que generan frustración, las decepciones, el no lograr el éxito en el momento deseado forman parte de la vida. Pero lo que si podemos hacer es prepararles para no dejarse vencer por la frustración, para que sigan intentándolo y aprendan de sus errores, para que, a pesar de las desilusiones sean capaces de levantarse y avanzar. En definitiva podemos, y debemos educarles para tolerar la frustración.
Pautas para educar para tolerar la frustración
No les evites las desilusiones o las decepciones. No se trata tampoco de lo contrario, no debemos tampoco crearles decepciones, sino dejar que si por alguna razón se las encuentran en su camino, aprendan y desarrollen estrategias para tolerar esas emociones, para gestionarlas.
En lugar de evitarles la decepción, apóyales en esos momentos, habla con ellos, deja que expresen sus sensaciones y emociones.
Ayúdales a enfrentarse a las desilusiones, habla con ellos, hazles ver que es algo normal y que pueden avanzar.
No hagas las cosas por ellos, si les evitamos enfrentarse a situaciones no desarrollaran nunca la tolerancia a la frustración.
Cuidado con la sobreprotección, si les sobreprotegemos les hacemos más vulnerables a las frustraciones.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
La frustración es un sentimiento que engloba sensaciones de desilusión, tristeza, decepción, desesperación e incluso enfado y rabia, que aparece ante la imposibilidad de lograr un deseo o necesidad. Es un tipo de respuesta emocional que surge como resultado de un conflicto psicológico fruto de una decepción que no se ha gestionado bien.
La frustración es una respuesta emocional natural, que forma parte de nuestro repertorio habitual pero que si no la gestionamos de manera adecuada, sino aprendemos a tolerar ciertos grados de frustración, puede tener consecuencias negativas. Resulta imprescindible educar para la tolerancia a la frustración.
¿Por qué aparece la frustración?
La frustración es una respuesta emocional y por lo tanto es personal y tendrá diversas manifestaciones dependiendo de la persona que la experimente, también sus causas pueden variar de un individuo a otro. Algunas personas se sentirán frustradas ante determinadas situaciones y en cambio otras no experimentarán está sensación.
La frustración y su aparición vienen determinadas por el desarrollo de cada persona, es decir por las experiencias vividas en la niñez y adolescencia. Las diferentes situaciones, sirven de aprendizaje para la vida, son una especie de entrenamiento, según como hayan sido estás nos pueden preparar para la frustración o hacernos más vulnerables a sus consecuencias negativas.
Las exigencias que nos ponemos a nosotros mismos y la interpretación de los logros o los fracasos es otro factor que determina el nivel de frustración experimentado y también se desarrolla durante la infancia y la adolescencia. Son, por lo tanto, éstas etapas claves para educar en la tolerancia a la frustración.
Educar para la tolerancia a la frustración
La frustración aparece ante diversas situaciones, la diferencia para que una situación genere o no frustración no está en la situación, sino en la persona y en cómo interpreta la misma y en cómo se siente con ella. Por ello es fundamental educar a los niños y las niñas para prepararlos para afrontar la frustración, para aprender a tolerarla.
No podemos evitarles las situaciones que generan frustración, las decepciones, el no lograr el éxito en el momento deseado forman parte de la vida. Pero lo que si podemos hacer es prepararles para no dejarse vencer por la frustración, para que sigan intentándolo y aprendan de sus errores, para que, a pesar de las desilusiones sean capaces de levantarse y avanzar. En definitiva podemos, y debemos educarles para tolerar la frustración.
Pautas para educar para tolerar la frustración
No les evites las desilusiones o las decepciones. No se trata tampoco de lo contrario, no debemos tampoco crearles decepciones, sino dejar que si por alguna razón se las encuentran en su camino, aprendan y desarrollen estrategias para tolerar esas emociones, para gestionarlas.
En lugar de evitarles la decepción, apóyales en esos momentos, habla con ellos, deja que expresen sus sensaciones y emociones.
Ayúdales a enfrentarse a las desilusiones, habla con ellos, hazles ver que es algo normal y que pueden avanzar.
No hagas las cosas por ellos, si les evitamos enfrentarse a situaciones no desarrollaran nunca la tolerancia a la frustración.
Cuidado con la sobreprotección, si les sobreprotegemos les hacemos más vulnerables a las frustraciones.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
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