lunes, 1 de diciembre de 2014

Consejos para una buena implicación de los abuelos en la educación de los niños/as

Los abuelos siempre han tenido un papel muy importante en las familias, son una figura de apego presente desde el primer momento para los más pequeños y un referente que ejerce una importante influencia en los padres y madres.

El ritmo de vida actual y las condiciones sociales, hacen que este papel de los abuelos se intensifique, siendo cada vez más frecuente las familias que han de recurrir a la ayuda y apoyo de los abuelos para la educación de los niños y niñas. El rol de los abuelos se ha transformado, ya no solo son una figura de apoyo, se han convertido en unos segundos padres o padres sustitutos que desempeñan el papel de éstos cuando están ausentes u ocupados en sus trabajos.

La implicación de los abuelos, se hace en muchos casos necesaria. Esta ayuda imprescindible que aporta importantes beneficios no siempre está exenta de problemas o conflictos. Veamos los más comunes:

Conflictos a la hora de establecer normas, reglas o límites. Es habitual que entre ambos miembros de la pareja aparezcan los conflictos a la hora de llegar a un acuerdo en determinados temas relacionado con la educación de los niños/as. Cuando entran en juego los abuelos estos conflictos se multiplican, ya que estamos hablando de más figuras de autoridad y apego, cada una con su propio criterio y opinión.
Posible sobrecarga de los abuelos.Los abuelos ya tienen una edad y ya han educado a unos hijos. La educación de un niño/a exige mucho tiempo y constancia, en ocasiones los abuelos se encuentran sobrecargados con esta nueva labor.
Los abuelos ejercen su rol de padres con los padres del niño/a. No debemos olvidar que los abuelos antes que abuelos son los padres de los padres. Es habitual que tiendan a ejercer su rol de padres y opinen, riñan e incluso impongan a los padres.
Los niños y niñas juegan a poner al límite las distintas figuras de autoridad. Resulta común que los niños y niñas busquen hasta donde pueden llegar con los distintos adultos que se encargan de su atención y cuidado. Los abuelos tienden a consentir y mimar a sus nietos, y éstos siendo conscientes de esto tenderán a aprovechar este trato de favor en su beneficio. Esto ha ocurrido siempre, pero en otras épocas el papel de los abuelos no era tan directo en la educación.


La implicación de los abuelos tiene también importantes beneficios para la educación de los niños y niñas y para el buen funcionamiento de la familia. Veamos cuales son:

La educación de un niño/a se enriquece con más personas y aportaciones.
Suponen un desahogo para las cargas familiares.
Aportan un punto de vista diferente que sirve de conciliación y mediación ante determinados conflictos.
Apoyan la labor de los padres y proporcionan una figura distinta que pueda paliar determinadas necesidades tanto de los niños/as como de los padres.

Consejos para una buena implicación de los abuelos en la educación de los niños y niñas

Todos somos personas adultas que tratamos de aportar lo mejor para la educación de los niños y niñas, por ello es fundamental que desarrollemos una comunicación fluida y asertiva, donde podamos explicar y defender nuestros puntos de vista sin dañar a los demás.

Es fundamental consensuar las normas entre todas las figuras de autoridad. Es importante que los padres escuchen y acepten la opinión de los abuelos y que éstos respeten las normas y el criterio de los padres.

Los abuelos son una figura de apoyo y ayuda fundamental, pero nunca deben sustituir a los padres. Es fundamental que cada uno mantenga su papel como figura importante para el desarrollo del niño/a. Los padres no deben delegar determinadas funciones en los abuelos y los abuelos no deben meterse en esas funciones.

Ante los conflictos es importante que todas las partes mantengan la calma. Los padres han de asumir que si los abuelos les ayudan tienen derecho a opinar y a ejercer su rol de padres, entiendo que su intención es buena. Los abuelos por su parte han de comprender que sus hijos ya son adultos y que no pueden tratarlos como a niños/as.

Cada uno tiene su función y es una figura importante para el desarrollo sano del niño/a, pero debemos mantener la autoridad y el respeto con todas las figuras. Todos tenemos la misma autoridad de cara al niño/a, es decir lo que no se le consiente con los padres, tampoco con los abuelos. Es fundamental que nadie quite autoridad a nadie delante del niño/a.

Celia Rodríguez Ruiz

Psicóloga y Pedagoga

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