martes, 16 de septiembre de 2014
Las normas de la familia y las normas que entienden nuestros hijos
Todos en casa tenemos normas. A veces no somos conscientes de ellas porque ya forman parte de nuestra manera de vivir. Un niño de 2 años sabe, intuitivamente, que los papeles del despacho de su padre no se tocan. ¿Por qué? Porque en otras ocasiones que ha intentado coger esos papeles su padre se ha disgustado con él, por lo que concluye lógicamente que esos papeles no se deben tocar. Ya está hecha la norma.
Pero en otras ocasiones es conveniente dedicar un tiempo a pensar cuales queremos que sean las normas de nuestra casa así como los objetivos que perseguimos como familia. Los padres deberíamos dedicar un tiempo a hacer un proyecto de futuro involucrando a todos los miembros de la familia, estableciendo normas, objetivos y consecuencias. Se trata, sencillamente, de tener una dirección a donde dirigirnos.
¿Por qué son necesarias las normas?
Estas normas o reglas son necesarias porque, además de socializar, favorecer la armonía familiar y poner límites al comportamiento de nuestros hijos, les permite prever y controlar y, por lo tanto, sentirse seguros. Son su referente para saber qué se espera de ellos en cada circunstancia y cómo deben actuar.
No se crean solo para que nuestros hijos obedezcan. Nuestro objetivo al implantarlas en casa debe ser más ambicioso: las reglas les ayudarán a esforzarse para conseguir lo que se espera de ellos y sabrán que su esfuerzo es valorado y apreciado por las personas que más le importan.
¿Qué es importante para que las reglas sean eficaces?
Deben ser claras y concisas. En esta casa no se pega nunca
Estar adaptadas al nivel madurativo de los hijos.
Conocidas y aceptadas por todos los miembros de la familia. Mejor si están visibles en algún lugar de fácil acceso.
Han de ser sistemáticas. Su aplicación no ha de depender del humor que tengas ese día. Si haces alguna excepción, déjalo muy claro: Hoy es una excepción por ser tu cumpleaños, por eso puedes acostarte al acabar la película.
Deben perdurar durante un largo período de tiempo, hasta que puedan ser automatizadas por todos. Si has de cambiarlas porque las circunstancias así lo exigen, házselo saber a tus hijos: Ahora tienes más deberes que el año pasado. Puedes acostarte a las 22,00h en lugar de las 21,00h pero nunca más tarde.
Existen unas normas, las de la familia, las establecidas por los padres o por todos los miembros de la familia, para una mejor convivencia. Y las normas que “entienden” los niños, las que crean según sus apetencias y comodidad, sin tener en cuenta sus verdaderas necesidades y las de su familia. Si nosotros no ponemos las normas, respetuosas y adaptadas a sus necesidades, las pondrán ellos, niños de 4, 6 o 10 años, guiados exclusivamente por lo que les apetece y no por lo que les conviene.
Aquí tienes algunos ejemplos, por edades, de normas que “interpretan” nuestros hijos si no somos coherentes o si no las establecemos con claridad. O sencillamente, si no existen.
Normas para niños de 2 a 3 años
Normas de la familia
Tengo libertad para investigar pero debo respetar algunos espacios y cosas de los adultos.
Mis padres me quieren y pasan tiempo conmigo pero también yo debo distraerme solo.
Si pataleo y exijo las cosas con agresividad, mis padres no responden a mis necesidades y me exigen pedirlas de otra forma.
Si le quito un juguete a otro niño en el parque, mis padres se lo devuelven inmediatamente.
Normas que “entienden” los niños
Soy un bebé y tengo que explorarlo todo sin límites. Todo está permitido.
Si grito muy fuerte y durante mucho tiempo, mis padres se ocuparán constantemente de mí y no estaré nunca solo.
Si pataleo y tengo una rabieta, mis padres me riñen pero siempre me prestan atención, aunque sea para castigarme.
Si le quito un juguete a otro niño en el parque, me lo puedo quedar y jugar con él.
Normas para niños de 4 a 6 años
Normas de la familia
No se pega en ninguna circunstancia.
Recojo las cosas que saco.
Limpio lo que ensucio.
Me visto y desvisto solito. Si tengo problemas, pido ayuda a mis padres.
Después de cenar, me lavo los dientes sin que me lo recuerden.
Normas que “entienden” los niños
Si estoy enfadado con mi madre, le puedo pegar.
Si no recojo todos mis juguetes o tardo mucho, mis padres me ayudan para acabar antes.
Soy muy pequeño y no puedo limpiar lo que ensucio. Ni siquiera lo que sí podría limpiar.
Si no me visto solo por la mañana, mis padres me ayudarán para no llegar tarde al colegio.
Después de cenar, mi padre me lava los dientes si yo no lo hago.
Normas para niños de 7 a 9 años
Normas de la familia
Me levanto a la primera y me visto rápido. A la hora de salir, mis padres me llevarán al colegio tal y cómo esté.
Hago yo solo los deberes y si tengo algún problema, mis padres me ayudarán.
Entre semana no se ve la tele.
He de cumplir mis obligaciones familiares sin que me lo recuerden mis padres
Normas que “entienden” los niños
Si por la mañana no me visto, mis padres me esperarán (a pesar de reñirme).
Si me distraigo con los deberes, mis padres me ayudarán todo lo necesario para que yo los lleve al día siguiente bien hechos.
Entre semana no me dejan ver la tele pero si insisto mucho puedo conseguir ver los dibujos.
Si mis padres no me persiguen para que haga mis obligaciones familiares, no es necesario hacerlas.
Normas para niños de 10 años en adelante
Normas de la familia
No me quejo nunca. Describo el problema.
Nunca pego. Me defiendo con las palabras.
La casa es de todos y yo colaboro. No soy un invitado.
Defiendo a mis hermanos y nunca los acuso.
Limpio lo que ensucio sin que me lo digan.
Digo la verdad aunque no sea fácil.
No falto el respeto a nadie y menos a mis padres.
Hago lo que debo y no solo lo que me apetece.
Hago mis obligaciones cuando debo y no cuando quiero.
Si estoy enfadado con alguien, cuento hasta 20 antes de contestar. Si eso no es suficiente, salgo de la habitación y me voy a solas para no “estallar”. También puedo escribir en mi diario.
Antes de pedir ayuda, intento varias veces solucionarlo yo solo.
Aprendo de mis errores y trato de mejorar con ellos. Equivocarse es bueno.
Reconozco mis errores y pido perdón por ellos.
Pido ayuda a mis hermanos antes que a mis padres.
Ayudo a mis padres para que tengan tiempo libre como yo. .
Obedezco a la primera.
Intento averiguar la verdad antes de juzgar.
Normas de la familia
No ayudo a mis hermanos y menos a mis padres. Ellos están para satisfacer mis necesidades.
Pego e insulto siempre que es necesario, para conseguir lo que quiero.
Intento solucionar las cosas a la primera y si no lo consigo entonces abandono. Alguien me ayudará.
Miento y engaño para evitar las consecuencias.
Obedezco a la décima vez y nunca a la primera.
Soy un chivato. Cuanto más castiguen a mis hermanos, ¡mejor!
Grito y hablo con desprecio. Así me obedecerán todos.
Me gusta estar de mal humor y fastidiar la alegría de los demás. Así me harán caso a mí y solo a mí.
No soy puntual. No me importa que los demás esperen.
Solo hago caso “de lo que me toca”. Lo que les toca a los demás es problema de ellos.
Esta casa es un HOTEL. No me importan los sentimientos de los demás y menos los de mis padres.
Elena Roger Gamir
Pedagoga- Solohijos
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Excelente
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