lunes, 2 de junio de 2014

AUTORIDAD POSITIVA Y COHERENCIA.







Si tu autoridad depende de las circunstancias, perderás el prestigio ante tu hijo.

Hazte la siguiente reflexión.
Un día llegas del trabajo cansado y enfadado. Te has peleado con tu jefe. Nada más llegar, tu hija te da las notas del colegio. Cinco suspensos y una nota negativa sobre su actitud. Tu reacción será desproporcionada: gritarás, la amenazarás o castigarás sin salir y seguro que salen de tu boca palabras hirientes. Lo que te faltaba hoy…

Otra situación. Llegas a casa contentísimo. ¡Te han ascendido en el trabajo! Ahora se acabarán todos tus problemas económicos. Nada más llegar a casa, tu hija te da las notas. Cinco suspensos y una nota negativa. Le dices que tiene que esforzarse y mejorar. Total, tampoco hay para tanto pues todavía tiene tiempo de rectificar. Además, hoy es un buen día…

¿Ves la diferencia? Es humano pero no es coherente. Ni justo. Ni respetuoso. Eso lo ven nuestros hijos, mejor que nosotros mismos. Y afecta a su visión sobre nosotros, sobre la vida e incluso sobre ellos mismos.
No puedes tener prestigio ante tus hijos si tu autoridad y tu actuación dependen de tu estado de humor y de las circunstancias.



Elena Roger Gamir
Pedagoga

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